Puesto que el 70% de la refinación del oro se realiza en Suiza, es precisamente en este país donde se ha empezado a dar un mayor impulso a la compra, por parte del consumidor final, de un oro producido bajo condiciones justas, en minas con buenos salarios y buenas condiciones de vida para los trabajadores, así como respeto por el medio ambiente.
En muchos países alrededor del mundo el trabajo en minas de oro no tiene reglamentación y los trabajadores se encuentran en pésimas condiciones. Como señala la prensa suiza el sello de comercio justo les permitirá a los consumidores tener la conciencia tranquila al saber que las personas que trabajaron para extraer ese oro viven en condiciones justas. Igualmente, la fundación certifica las condiciones medioambientales de las minas, en especial sobre el manejo apropiado del mercurio.
Los primeros proyectos de Max Havelaar se encuentran en el este de Africa y el sur de Perú, donde empresarios con visión de sostenibilidad a largo plazo se han comprometido con la responsabilidad social y ambiental. En el comercio suizo ya se ven las primeras colecciones de joyería con oro proveniente de proyectos que cuentan con el sello de Max Havelaar FairTrade–Gold.