¿Sabías que 15 millones de personas trabajan en la minería artesanal e ilegal, a nivel mundial? En los años 90 esta cifra era de apenas 5 millones de personas. En este sentido, actualmente se calcula que 100 millones de personas dependen de este tipo de oficio. La razón para el crecimiento de la minería artesanal se encuentra en el aumento de la pobreza en países en desarrollo, la libertad en algunas legislaciones mineras, el boom por el oro y el auge de recursos de manera global.
En el año 2000, la minería industrial era un oficio en el que trabajan cerca de 7 millones de personas alrededor del mundo. La minería artesanal explota más que todo materias primas como metales no ferrosos (plomo, cobre, estaño, zinc) así como metales preciosos (oro, plata y platino). El problema de la minería artesanal es que causa daños al medio ambiente porque funciona sin autorización del Estado y sin control alguno.
En los últimos 30 años las cantidades extraídas de oro y plata han aumentado drásticamente. Aquí una tabla:
Para muchos países emergentes y en desarrollo, como Colombia, la explotación de materias primas es un factor de desarrollo económico clave puesto que la riqueza de materias primas se utiliza para combatir la pobreza, respetar y proteger los derechos de la población a la salud, vivienda, trabajo y educación. Sin embargo, la verdad es que estos países que son ricos en materias primas se debaten en la pobreza porque hay corrupción en los procesos, y se hace una explotación ilícita de los recursos. Así la invitación desde DAMASA es a que evitemos las expulsiones forzosas y las indemnizaciones insuficientes a poblaciones que habitan zonas de explotación minera, y por supuesto que evitemos la grave destrucción al ambiente cuando este proceso se realiza de forma ilegal.