De acuerdo con el libro de Minería en Colombia, de la Contraloría, es necesario hacer una diferenciación de conceptos entre minería no legal y minería ilegal. La segunda tiene que ver con grupos criminales o como ejercicio informal. La interpretación de la minería no legal es que es una actividad ampliamente extendida en el país donde de acuerdo con los resultado del Censo Minero, por el Ministerio de Minas y Energías, se ilustra el tamaño de la no legalidad minera en el país en cuanto al amparo de un título minero y a la existencia de una licencia o instrumento ambiental.
El incremento de la proporción de unidades de extracción minera sin título minero ni licencia ambiental están además en un estado de no legalidad plena. Siendo que el 47% de las unas con título y que están en explotación y no tengan licencia ambiental, indica el desconocimiento y la omisión en el cumplimiento de las normas, no sólo por parte de grupos empresariales mineros sino de la misma autoridad que no está fiscalizando. Para el caso del oro, solo el 3% de las unidades cuentan con licencia ambiental, una cifra crítica ahora que baja el precio. Frente a los impactos ambientales es difícil diferenciar la función del carácter legal/no legal del proceso extractivo porque sin importar si la minería es legal o no, en general tiene algunos efectos de carácter permanente y algunas veces irreversibles en el ambiente.
En este sentido, al no contar con el aval de una licencia ambiental, los efectos socio ambientales son mayores que en un proyecto similar donde se quiere prevenir, corregir y compensar esos efectos. Por supuesto además de estos impactos, la actividad ilegal contribuye a debilitar y deslegitimar la acción del Estado colombiano que ya lo es en las zonas alejadas de grandes centros urbanos.